Un Largometraje de Alan Márquez
Por Cuauhtémoc Ruelas
esquinadelcine@hotmail.com
Por Cuauhtémoc Ruelas
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Egresado de la Licenciatura en Comunicación de la UABC y ex alumno del Diplomado en Cinematografía de la Universidad Iberoamericana (UIA) en conjunto con el Centro de Estudios Cinematográficos de Baja California (CECBC), Alan Márquez Lobato es un joven cuyos trabajos dentro de las artes audiovisuales lo han llevado a realizar dos previos largometrajes, además de participar en labores de edición en el programa “Vive tu Casa” de la cadena TV Azteca.
Actualmente –y después de 3 años y medio de grabaciones- Márquez Lobato se aventuró a presentar el pasado 21 de mayo, ante público y medios de comunicación en la sala de video del Centro Cultural Tijuana, su largometraje "Yan She: El Hombre que Espera" (2010), una historia completamente grabada en la ciudad de Tijuana que, en palabras de su realizador, expone el desafiante mundo de los ejecutivos de una empresa. Al mismo tiempo narra la historia de Dante, un joven que al descubrir que morirá pronto, decide emprender un viaje de regreso a su ciudad de origen donde accidentalmente conoce a Ariadna, la hija del presidente de la empresa, quien se encuentra rodeada de un peligro que desconoce y que poco a poco Dante va descubriendo.
Por el momento este largometraje pretende seguir buscando espacios para su proyección en las siguientes semanas y con ello ser conocido por un público más amplio.
Bitácora conversó con Alan Márquez:
Cuéntanos, ¿Cómo nace la idea para este proyecto?
Primeramente nace a partir de la idea de seguir ‘creando’, tenía poco tiempo de haber terminado “El Libro Rojo”, un proyecto que me llevó mucho tiempo realizar pero que sobretodo me había dejado una gran satisfacción concluir y ver además que el resultado era bueno. Sabía que había infinidad de cosas que mejorar, ya que fue grabada con una Hi8 y un pequeño Lavalier, de ahí en fuera, todo lo demás fue creatividad.
La historia de Yan She vino después, en una plática que tuve con mi papá y hablábamos de las posibilidades que tenían los actores que participaron en “El Libro Rojo” ya que la mayoría de ellos son sus alumnos de Kung Fu. Atribuíamos ciertas características que hacían que sus personajes fueran tomando forma, siempre desde la perspectiva del Arte Marcial Chino y su filosofía. A partir de ahí, tenía una idea clara de qué era lo que quería, además de seguir trabajando con cada uno de mis amigos y resaltar sus cualidades artísticas aunque ellos ni siquiera lo tenían en mente.
Por otro lado quería que el personaje principal fuera una persona real, no una figura de acción. Algunos ingredientes de ese personaje los discutí con mi hermano y fuimos atribuyendo también características que lo hacían todavía más interesante.
¿Qué es lo que te gustaría transmitirle al público que llegue a presenciar esta historia?
Que percibieran cada emoción de los personajes, que compartan los sentimientos y que puedan sentir la esencia de la historia.
De tus anteriores proyectos este es el primero que logras exhibir, sin embargo, tengo entendido que todos los has concebido como largometrajes ¿Qué te ha llevado a tomar esa decisión sin antes experimentar con un cortometraje?
Una de las razones principales de que las historias sean largas, es porque me gusta retratar a fondo y en la medida de lo posible a cada personaje. El por qué no me aventuré a hacer un cortometraje antes, se debe a que mi intención inicial era hacer una película sin tomar en cuenta el formato ni su duración.
Cuando concebí realizar Yan She, ya tenía la idea de poder exhibirla en un espacio cultural, incluso meterla a un festival si era posible. Pero mi historia seguía siendo extensa, lo cual no importó tampoco porque finalmente quería realizarla así en ese momento. Más adelante me di cuenta e incluso Arturo Torres, quien estuvo trabajando a la par conmigo junto con Mirna Tapia desde que inicié Yan She, me comentó que hubiera sido mejor competir en un festival con un cortometraje. No obstante el trabajo ya estaba andando y hoy lo que busco es terminar la segunda parte de Yan She, antes de realizar un cortometraje.
¿Cuáles considerarías las dificultades más significativas que se presentaron a la hora de grabar “El Hombre que espera”?
El tiempo. Conciliar el tiempo de cada uno es como encontrar ese camino en el cual converges finalmente para encontrar a otras personas que tomaron caminos distintos. La mayoría de quienes participamos en el proyecto, como casi todo el mundo, tenemos trabajos o estudios que atender. Lograr que las personas indicadas coincidieran el mismo día de grabación podía ser un asunto de meses. Eso sin tomar en cuenta los imprevistos, como permisos de trabajo, viajes, compromisos personales de último momento, dificultades técnicas como falta de material e incluso tener que pedir nuevamente una locación por no poder terminar en el tiempo acordado.
La solvencia económica es otro aspecto que siempre falta, pero creo que ahí siempre entra la creatividad.
Por último ser impaciente y dejar de creer en el proyecto. La verdad es que nunca deje de creer en el proyecto porque finalmente sabía que lo terminaría, sin embargo la gente que te apoya puede dejar de hacerlo si ve que no tiene sentido seguir haciéndolo. Es lógico, está dedicando tiempo de su vida y lo último que desearía es perderlo en algo que no va más allá del hecho de participar en ella. Es un reto lograr esa confianza y que finalmente te apoye con esa convicción
¿Cuáles son tus expectativas en cuanto a difusión y distribución de este proyecto?
Hasta ahora mi meta es lograr que se difunda localmente al público en general. El Palacio de la Cultura ya no está apoyando en ese aspecto, dándonos la oportunidad de proyectarla ahí. Falta aún concretar la fecha. También tengo el deseo de que se presente en el ICBC (Instituto de Cultura de Baja California). Más adelante queremos meterla a un festival ya sea en México o en EU. Todavía estamos en ese proceso.
Convertido en un nuevo realizador local ¿Qué opinión te merece el momento en que se encuentra la producción de trabajos Audiovisuales en la ciudad?
Sé de algunos trabajos que se están realizando y definitivamente el nivel y calidad de producción va en aumento, lo cual es motivante. De alguna forma la instituciones educativas han tenido que ver en ello, ya que en los últimos años han fomentado el desarrollo de Producción Audiovisual en sus distintas áreas. Aún así, no dejan de ser proyectos que todavía no se consolidan como a todos nos gustaría. Pero como mencioné anteriormente todo depende de uno, los medios en México siempre son insuficientes, y no podemos detenernos por eso.
Creo que después de todo son los realizadores los que logran que su trabajo sea bueno, hay un deseo de hacer las cosas bien independientemente de que exista o no ese apoyo. Y eso se ve traducido en las producciones que se llevan a cabo año con año. El trabajo del realizador está hecho, lo que falta es la otra parte, la institución o grupo que te ayude con su promoción y difusión.
Por último, ¿Cuáles son tus planes a futuro?
Por lo pronto que se dé a conocer este proyecto, buscar que las instituciones culturales nos apoyen a promocionarlo. Después empezaré a trabajar en mi próximo proyecto: “Nin Yi Po Fa”, que espero grabar en Alta Definición y con un mayor número de personas que participen en la producción. Y mucho más a futuro hacer un cortometraje que ya empecé a escribir y que creo será todo un reto, porque deseo grabarlo en cine.